domingo, 23 de septiembre de 2012

La suntuosidad de tu espalda.

Un bailes de máscaras asiste a la epopeya del encuentro de tu boca con la mía. Sus cuerpos danzan humedecidos por el alcohol, cubiertos de sudor y hambrientos de vida. 

Las intenciones claras y las cartas escondidas. Deseos a flor de piel en la antesala. Como una jauría de besos, sedientos a la luz del dulce aroma del perfume de tu saliva.

Miradas que se cruzan, palabras que se abrazan. Algo de timidez y mi mano en tu espalda. 

Fruta madura que no cae. Que se tambalea y juega con suaves ráfagas de viento, sabiendo que a tus labios irá a posarse con el aleteo de una frágil mariposa.  

Camino a tu encuentro. Sigo el rastro de tu espalda. Suntuosa. Esbelta y coqueta. Conocedora de la fuerza gravitatoria que ejerce sobre mis dedos y mis ganas.

Cuatro ojos nos miran sabiendo que ya no hay que decir nada. 

Tu presencia junto a la mía. Nuestros labios se entremezclan en una danza hermosa. Rítmicamente perfecta. 

Y una escalera de besos nos asiste sin saber dónde acaba. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario