martes, 4 de septiembre de 2012

1 de Septiembre.

El día de mi cumpleaños desperté con una idea "Qué feliz soy por estar vivo". Con todo el amor y el dolor que recibo de ella, con todas las ilusiones y la angustia que siembra en mi ser y mi memoria cada día.  Y es que a veces se nos olvida que eso es estar vivo, yo por lo menos lo he hecho.

He criticado a la vida por darme lo que le he pedido. Por darme sufrimiento cuando eso era lo que le pedía a gritos. Y por no darme lo que realmente he querido porque me ha faltado valor para pedirlo, para ir a buscarlo. Y eso es injusto, muy injusto. Porque lo único que hace es devolvernos lo que le damos nosotros. Lo que le pedimos.

Cuando uno se relaciona con la vida en términos "la vida es una mierda", la vida se convierte en eso. En mierda.

Por eso es tan importante la actitud con la que se despierta uno cada mañana para disfrutarla.

Yo llevo algún tiempo aprendiendo a darle lo mejor de mi cada día y a pedirle otras cosas. Cosas buenas. Lejos de las pertenencias y las apariencias. Cerca del amor y el entendimiento con los demás. Y eso es lo que me está dando. Amor, ilusión y cercanía. No quiero más. Sólo eso.

Gracias a todos los que os sentís cerca de mi. Yo lo estoy de vosotros.

Un abrazo.

Arturo.

"Sólo las ganas de que suceda lo harán posible".


No hay comentarios:

Publicar un comentario