El motor de todo cambio es la fé, la creencia en que las cosas pueden cambiar, ir a mejor. Y, que en la implicación de todos reside la fuerza para que ese cambio no sólo sea superficial.
Si no implicamos a cada uno de los estratos que componen nuestra sociedad, todo será una mera ilusión. Una nueva decepción que masticar amargamente mientras "los otros", se frotan las manos.
Si no implicamos a cada uno de los estratos que componen nuestra sociedad, todo será una mera ilusión. Una nueva decepción que masticar amargamente mientras "los otros", se frotan las manos.
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