lunes, 8 de noviembre de 2010

La soledad.


La soledad.



Cuando uno está solo,
está solo...
solo.

Y con su soledad,
siente la necesidad de hablar,
pero nadie habla.

Siente la necesidad de besar,
pero nadie besa.

Siente la necesidad de abrazar,
pero nadie abraza.

Entonces decides abrazarte a ti mismo,
decides apretar tus brazos contra tu cuerpo,
besarte,
hablas.

Pero sigues solo.
Nadie habla.
Nadie besa.
Nadie abraza.

Resulta difícil saber que hacer con todo esto.
Uno ha aprendido a ofrecerlo,
entregarlo, regalarlo...
Pero no hay nadie,
estás solo.

De repente descubres que es el momento.
Ha llegado el momento.
Momento de sentirse uno y no mitad.
Momento de ser capaz de entregártelo a ti mismo
y de dejar atrás la soledad.

Por que no estoy solo.
Estoy conmigo.

1 comentario: