Ciertas amigas nunca dejan de visitarte. A veces quedan en el olvido, parecen resguardarse entre los recuerdos pasando a un segundo plano que en realidad nunca les perteneció. Sus apariciones cobran tanta fuerza que nos sobrecojen y aferran a la vida con la certeza de que lo único que hay por llegar, es lo que está aquí y ahora.
Hoy ha muerto alguien muy importante para la familia. Una de esas personas generosas que a veces aparecen en nuestras vidas para darnos lo poco o mucho que hayan podido tener, y aquién nunca encontraste forma de darle gracias infinitas por existir.
A él y a su familia directa quiero dirigir unas pocas palabras de cariño y esperanza, diciendo que no sé que hay después de la muerte. Pero un poco de lo que tenemos en vida si he tenido tiempo de conocer. Y es que todo en la vida es de ida y vuelta. Y que él ha vivido con tanto amor, tanta alegría y tanta satisfacción como entregó. Y aunque posiblemente ahora no nos alivie, ciertamente nos puede proporcionar algo de alegría.
Gracias Francisquete.
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