¿Sabes?
Tu y yo nacimos de la misma estrella.
Somos hijos de la misma luz.
Hermanos del mismo dolor.
Lo leo en tus ojos.
Me lo cuentan los posos del sudor de tanto gozo.
Ese es nuestro fuerza inquebrantable.
Ese puede ser nuestro punto infranqueable.
No caigamos amor.
No dejemos que el vértigo ciegue la alegría de habernos encontrado.
Tu y yo nacimos de la misma estrella.
Somos hijos de la misma luz.
Hermanos del mismo dolor.
Lo leo en tus ojos.
Me lo cuentan los posos del sudor de tanto gozo.
Ese es nuestro fuerza inquebrantable.
Ese puede ser nuestro punto infranqueable.
No caigamos amor.
No dejemos que el vértigo ciegue la alegría de habernos encontrado.
Los ojos, ese lugar donde tanto se puede leer y aprender... como si tuviesen páginas interminables.
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