viernes, 18 de noviembre de 2011

Reflexión.


A veces resulta complicado poder llegar a comprender la magnitud que las cosas que suceden tienen sobre tu propia persona. Llegar a observar de manera totalmente objetiva y ajena a las insuflaciones de cualquier procedencia que puedan enturbiar aquello que siento o entiendo de todo esto que se me ha presentado delante, atendiendo a todo su espectro, y sobre todo, abierto a que toda la seguridad que te han otorgado las paredes de la fortaleza mental que uno ha ido construyendo a lo largo de su vida, se venga abajo.

Tal  vez, lo más curioso de todo sea que toda esa ruptura con lo que creí o quise, me genere una sensación de liberación y fuerza mayor. Y que mi mente se abra a la existencia de otras percepciones, de otras realidades de mayor trascendencia.

3 comentarios:

  1. Tres discípulos caminaban por un sendero empedrado de difícil acceso y con una gran pendiente. Cansados y en silencio los tres discípulos seguían a su maestro...
    Uno de ellos, con curiosidad le pregunto a su maestro...
    - Maestro, Maestro... si echamos... la mirada atrás, ¿que ocurre?

    el maestro continua con la ascensión, con dificultad, pero le contesta a su discípulo diciendo:
    - Si miramos atrás, no podremos vivir en el ahora...

    Continuaron ascendiendo... cansados...y otro de sus discípulos intrigado y curioso,interrumpe el silencio para preguntarle a su maestro...

    - Maestro, Maestro... ¿y si echamos... la mirada al horizonte?

    a esto el maestro contesta jadeando por el cansancio...

    - Si echamos la mirada al horizonte... perdemos la visión del camino...es muy posible que tropieces y caigas...

    Continuaban ascendiendo fatigados por esa empedrada montaña, cuando el ultimo de sus discípulos, interrumpe el silencio...

    - Maestro, Maestro, y si echamos... un cigarrillo al agua ¿que pasa?

    -¡¡¡ESO ESO!!! ¡¡¡ CREÍ QUE NINGUNO LO IBA A DECIR, PAREMOS A ECHAR UN CIGARRILLO!!!


    Un fuerte abrazo y gracias por compartir la profundidad de lo que sientes...

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  2. Estoy con Joaquin... un cigarrillo a ver que va pasando... fumar el aire... contemplar... El asunto está por descubrir... y sabrás que lo has descubierto por la sensación de sorpresa y alegría. Pero eso ha de ocurrir... fumando aire, soboreándolo, negro en la ciudad y rubio en el campo, con sus peculiares aromas, como los tés.

    Vicente J.
    Psicoterapéuta. QUALIA.

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