Inmanuel Kant escribe en 1795, " Hacia La Paz Perpetua". En este pequeño, pero más que interesante "librito", encontramos todo tipo de reflexiones sobre la idea final de la convivencia pacífica de todos los pueblos que habitan la tierra, basándose en un razonamiento lógico asequible para cualquiera que quiera acercarse a él.
Como ejemplo os dejo el desarrollo de una de éstas ideas, que creo que es tan actual como si se hubiera escrito hoy. Os invito a la reflexión.
" Ningún Estado debe inmiscuirse por la fuerza en la constitución y en el gobierno de otro"
Pues, ¿qué le daría tal derecho a ello? ¿Tal vez el escándalo que da a los súbditos de otro Estado? Pero este escándalo puede servir más bien de advertencia, al mostrar la gran desgracia que se ha atraído sobre sí un pueblo por su ilegalidad; además el mal ejemplo que una persona libre da a otra (como scandalum accepteum) no es en absoluto ninguna lesión. Sin embargo, no habría que incluir aquí el caso de un Estado que se dividiera en dos partes a consecuencia de disensiones internas, representándose cada una de ellas como un Estado particular que pretende ser el todo; que un tercer Estado prestara entonces ayuda a una de las partes no podría ser considerado como injerencia en la constitución de otro Estado (pues solo existe anarquía). Sin embargo, mientras esta lucha interna no esté decidida, la injerencia de potencias extranjeras sería una violación de los derechos de un pueblo independiente que combate una enfermedad interna; sería, incluso, un escándalo y convertiría en insegura la autonomía de todos los Estados.